Prometer hasta vender y más

Prometer hasta vender ¿y luego?

Luego también. Lo contrario sería el fin de tu marca. No importa el tamaño ni el tipo de marca que seas, solo que la promesa que hagas sea valorada por tus consumidores y lo más importante ¡que la cumplas siempre, siempre, siempre!

¿Qué es la promesa de marca?

La promesa de marca es un compromiso con tus consumidores. Da lo mismo si lo que recibirán de tu marca para satisfacer sus necesidades es un valor único, un beneficio emocional o racional o una experiencia, lo esencial es que siempre cumplas las expectativas generadas con ese compromiso.

Prometer es crear expectativa

Cuando una empresa se dispone a lanzar un nuevo producto o servicio, el primer paso es articular una promesa clara y convincente. Esta promesa debe captar la esencia de lo que el producto o servicio puede ofrecer y cómo va a mejorar la vida del consumidor. Pero, prometer no es suficiente: hay que crear una expectativa que impulse al consumidor a actuar en consecuencia.

  • El ejemplo de Apple: La promesa es clara: Apple no ofrece solo un dispositivo, sino una experiencia. Esta promesa se convierte en un imán para los consumidores, que están dispuestos a esperar en largas filas para ser los primeros en experimentar la magia de Apple. Aunque cada nuevo lanzamiento está precedido por una campaña de marketing que destaca características innovadoras y un diseño impecable. La promesa va más allá de la publicidad. Se trata de crear una narrativa que se conecte emocionalmente con el consumidor. La historia detrás de una promesa puede ser tan poderosa como el producto mismo.
  • El ejemplo de Patagonia: Esta marca promete más que ropa de alta calidad; promete un compromiso con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Esta promesa resuena profundamente con los consumidores que valoran el impacto ambiental y buscan marcas que compartan sus mismos valores.

Después… ¿por qué es importante cumplir?

Tus clientes no te recordarán por lo que dices: te recordarán por lo que haces. 

Al igual que sucede cuando se hace una promesa personal, el honor de la marca está en juego. La promesa de marca puede condicionar tu reputación, tu imagen y, sobre todo, tu relación y fidelidad de tus consumidores. 

Si cumples, la satisfacción del consumidor se traduce en lealtad, y los clientes leales son más propensos a convertirse en defensores de la marca. Por lo tanto, una experiencia positiva puede amplificar el éxito de una marca y crear una reputación sólida que puede diferenciar a una empresa de sus competidores. 

Por el contrario, cuando una marca no cumple con lo que se espera de ella, no solo pierde reputación y credibilidad, sino también mercado.

  • El ejemplo de Domino´s Pizza: ¿Te acuerdas cuando Domino´s Pizza se comprometió con sus clientes a que, si no recibían la pizza en 30 minutos, sería gratis? Pues esa promesa de marca, que se originó en 1973, llevó a la empresa al éxito y a la internacionalización.
  • El ejemplo de Theranos: Esta marca tecnológica prometió revolucionar el campo de los análisis de sangre con una tecnología innovadora. Sin embargo, la empresa no pudo cumplir su promesa, y la falta de transparencia y los problemas técnicos llevaron a su caída. La lección aquí es clara: una promesa de marca debe ser respaldada por una capacidad real para entregar lo prometido.

¿Qué pinta la promesa en la identidad corporativa?

La identidad corporativa es lo que la empresa quiere que los clientes asocien con ella para diferenciarse y destacar entre la competencia. La promesa constituye el eje central pues, en ella, se contiene la satisfacción que el producto puede ofrecer al consumidor. 

Por eso, sea cual sea el tipo de promesa ésta puede aumentar el valor de la compañía, de sus productos y de sus servicios.

  • El ejemplo de Coca-Cola: Sus consumidores asocian la marca con felicidad, buenos momentos, compartir con familia y amigos y fechas tan importantes como la Navidad.
  • El ejemplo de Nike: La promesa de Nike es inspiración e innovación para todos los atletas del mundo y la transmite en su slogan: Just do it.

¿Cómo construir una promesa de marca efectiva?

La promesa publicitaria debe contener en una sola frase, una idea simple, concreta y precisa, la esencia de lo que ofreces, lo que tu producto o servicio puede hacer por el consumidor. Lo importante es saber qué esperan tus clientes de tu marca y qué beneficio les aportarás. La promesa de marca tiene que ser:

  1. Única. La promesa debe diferenciarte de la competencia. Por lo tanto, sé creativo y promete algo que ninguna otra marca de tu competencia haya prometido. Recuerda: tu promesa de marca te debe definir y distinguir. Elige un único beneficio como el básico y fundamental.
  2. Creíble. No prometas ni estrellas, ni la luna, ni “duros a tres pesetas”: tu promesa de marca debe ser realista. Solo así los consumidores confiarán en ti. 
  3. Atractiva. Debe responder a las necesidades de tus consumidores y, a la vez, representar algo significativo y seductor. Una buena promesa debe ser capaz de atraer y comprometer. Cuánto más atractiva, mayor será la respuesta y más ayudará a la creación de marca. Tiene que ser un estímulo capaz de provocar una respuesta. Si es irresistible no te podrán decir que no.
  4. Relevante: Tiene que tener valor. Si es capaz de resolver un problema latente, conectar con una aspiración o deseo, ya sea práctico o emocional, o incluso ambas cosas combinadas, tendrá muchas más posibilidades de tener éxito y provocar una respuesta en el receptor del mensaje. Analiza qué es lo importante, lo que realmente necesitan tus consumidores y dáselo. 
  5. Autentica: La promesa debe ser auténtica y reflejar la esencia de la marca. No se trata de hacer promesas grandilocuentes que no se puedan cumplir, sino de ofrecer una propuesta de valor realista y alineada con la personalidad, los recursos y capacidades de la empresa. Debe englobar lo que tu marca es, dice y hace.
  6. Consistente: La consistencia es clave para generar confianza. La promesa de marca debe ser clara y fácil de entender, sin rodeos. Y debe estar reflejada en todos los aspectos de la empresa, desde los mensajes publicitarios hasta el servicio al cliente. Cada punto de contacto con el cliente debe reforzar la promesa y contribuir a una experiencia coherente.
  7. Atemporal: No es un eslogan ni una campaña pasajera. Es un mensaje consistente y que debe mantenerse a lo largo del tiempo, independientemente de si tu empresa crece o se abre a nuevos mercados. Así que, debes estar seguro de que es lo suficientemente flexible para sobrevivir en el tiempo, adaptándose a los posibles cambios sociales y evolución del público.
  8. Memorable: El objetivo es mantener a tu marca siempre presente en la mente de tus consumidores.

No es fácil encontrar una buena promesa, pero podemos acercarnos lo suficiente si al hacerlo pensamos en primer lugar qué es lo que le importa al posible consumidor, qué es lo que le atraerá y qué podemos aportarle respecto a la competencia.

Así que, recuerda que cuando se trata de prometer en Arrontes y Barrera ayudamos a las marcas a encontrar su magia, no solo cumpliendo con tus expectativas, sino superándolas con creces. ¿Quieres que te ayudemos? Llámanos y hablamos.