¿A qué huele tu marca?

No, no nos estamos poniendo cursis ni te vamos a preguntar a qué huelen las nubes pero si nuestro post comienza con esta pregunta es porque, el olor de marca es importante y, desafortunadamente, el olfato es un sentido infravalorado, y más en el mundo del marketing.

Olor y ventas

Según un estudio de la Universidad de Rockefeller de Nueva York, recordamos el 35 % de lo que olemos, el 15 % de lo que probamos, el 5 % de lo que vemos y sólo el 1 % de lo que tocamos. La conclusión de este estudio aplicado a las técnicas de venta es que los olores pueden aumentar las ventas de un producto o servicio hasta en un 40 %. Por ejemplo el olor a café, a pan recién hecho, a palomitas… estimulan nuestro apetito y nos incitan a comprar. O ¿piensas que es casual que percibas algunos de estos olores cuando entras en un centro comercial?

Olor y estado de ánimo

El olor puede hacer mucho más: influye en nuestro estado de ánimo, evoca recuerdos, imágenes, sonidos, sensaciones positivas y juega un papel determinante en la atracción entre sexos ¡incluso aunque sea tan sutil que no lo percibamos!

Odotipo: el olor de marca

Muchas marcas tienen productos reconocibles por el aroma: Magno, Moussel de Legrain, Cola-Cao… Otras como Zara Home o Stradivarius, han creado su propio olor para sus puntos de venta. Sin embargo, la mayoría se han olvidado del poder del olfato y aún no cuentan con un odotipo en su identidad corporativa, un elemento que empieza a cobrar fuerza en las estrategias de marketing. Para algunas marcas, su elección es tan importante como la de los colores del logotipo o el naming de su negocio. 

Si es tu caso, ponte las pilas. Científicos japoneses ya han desarrollado prototipos para compartir olores por internet. ¿Estás preparado? Como te hemos contamos en este post, el marketing experiencial persigue convertir en experiencias únicas la manera de relacionarse de la marca con sus consumidores y, en este sentido, el olor es un arma muy poderosa.

En Arrontes y Barrera podemos asesorarte a la hora de a crear o elegir el aroma que necesita tu marca para generar sensaciones que ayuden a incrementar las ventas de tu producto o servicio. No olvides que, cuando se trata de construir una identidad corporativa, todos los elementos que la forman deben estar cuidadosamente elegidos y coherentemente combinados.