El éxito de las marcas normales: como uno más
Piensa en series como Friends o Mujeres desesperadas… ¿a qué deben su éxito? Seguramente, a que ambas reflejan lo normal o cotidiano y, eso tiene éxito entre los consumidores. Para que a tu marca le suceda lo mismo, antes tiene que ser percibida como una marca normal, una más entre los consumidores.
¿Qué es una marca normal?
Una marca normal es aquella que quiere formar parte de nuestra vida cotidiana y muestra una actitud empática. Sería como ese amigo o vecino que siempre está dispuesto a ayudarte cuando lo necesitas. Por eso, las marcas que se identifican con el arquetipo de la persona normal y corriente dan respuestas cercanas y realistas a las necesidades o preocupaciones del día a día.
Ejemplo de marcas que se identifican con la gente común y corriente pueden ser: Ikea, Dove, Campofrío, Carrefour o Levi´s, por poner algunos ejemplos.
Las marcas normales quieren igualdad ante todo
Las marcas normales y corrientes parten de la base que todos somos iguales, por lo tanto, intentan proyectar la igualdad de oportunidades.
Una actitud colaboradora que se manifiesta siendo muy empáticas y sabiendo aceptar a los demás sin reservas.
Este hecho puede implicar en la mayoría de los casos que los precios de sus productos o servicios puedan ser accesibles para la mayoría.
Tienen un fuerte sentimiento de pertenencia
Las personas creamos nuestra identidad en base a cómo los demás nos perciben socialmente y, también, en la forma en que nos identificamos con unas personas u otras, sintiéndonos parte de una comunidad. Esa identificación subjetiva respecto a un grupo es lo que se conoce como sentimiento de pertenencia.
Por ejemplo, se dice que nadie ama a su país porque sea más grande, rico o avanzado, sino porque, sencillamente, es el suyo. Esto es extrapolable a cualquier otro grupo social como pueden ser: la familia, una ciudad, un equipo de fútbol o una marca.
Las marcas normales buscan este tipo de conexión con los otros para formar parte de una comunidad. Quieren encajar como uno más, encontrar la aceptación y/o el amor de algún grupo social, es decir, ser parte del grupo. Lo que necesitan es ser aceptadas por encima de cualquier otra cosa.
Lo que ves es lo que hay
Las marcas normales y corrientes solo aspiran a ser alguien “muy normal”, alguien saludable y genuino, sin dobles intenciones o propósitos ocultos. Por eso se identifican con los valores de autenticidad, confianza, cercanía y con el trabajo duro y esforzado del día a día.
Tienen una cultura familiar, acogedora y sencilla. Sus raíces son honestas, humildes y se sienten orgullosas de su ética y de su manera de hacer las cosas. Aprecian las cosas sencillas y buenas de la vida, como la familia, o la paella de los domingos con los amigos.
Son marcas a las que la fama no se les sube a la cabeza y siguen siendo “tan normales” como lo han sido siempre. Marcas accesibles, receptivas y amigables, irresistiblemente agradables, amables, leales y generosas que ofrecen mensajes sencillos y fáciles de entender.
Marcas muy pegadas a la realidad
Eso sí, las marcas normales tienen que conocer muy bien a sus consumidores para aceptarlos tal y como son. Son marcas realistas, que además de empatía y sentido común, también saben muy bien cómo es la sociedad en la que viven.
Quizá por eso suelen ser “ahorrativas”, o al menos, no son muy “gastonas”. Lo que buscan es ser muy accesibles para todos. No son nada pretenciosas, no desean el lujo, ni se miden a sí mismas en función de los símbolos de estatus que poseen.
Tipos de marcas corrientes
Dentro de la categoría de marcas normales y corrientes existen ciertas diferencias, lo que ha dado lugar a clasificación en estos cinco subarquetipos o perfiles diferentes. Son los siguientes:
1.- El Hombre Corriente
El Hombre Corriente no tiene pretensiones, es sincero, servicial y genuino. Desea pertenecer al grupo y llevarse bien con los demás. Este sub arquetipo trata a todos con respecto y dignidad. Como amenazas, destacar que este esfuerzo por encajar, le puede llevar a perder su identidad propia y a sucumbir a la mentalidad de rebaño.
2.- El Ciudadano
Tiene una gran responsabilidad con la comunidad, pues cree firmemente en el valor del esfuerzo colectivo. Posee una gran integridad, y trabaja constantemente por la igualdad de todos y la justicia sin fronteras.
Su desafío consiste en no ser demasiado recto, pues puede caer en el puritanismo y terminar rompiéndose irremediablemente.
3.- El Abogado
Obligado a trabajar por el bien común en favor de los demás. Con pasión y energía, este subarquetipo es capaz de motivar e inspirar a otros, uniéndolos alrededor de una causa común.
Su reto radica en tener cuidado de no permitir que el beneficio personal supere el bien común o en caer en el excesivo protagonismo.
4.- El Siervo
Comprometido a ayudar a los demás, sea como subordinado o como líder. Posee empatía, conciencia y compromiso.
Por eso, no pide recompensas personales por servir a los demás. Esta circunstancia puede llevarle a agotarse o a necesitar el reconocimiento que en un principio no buscaba.
5.- El Conector
Crea conexiones entre las personas en beneficio del grupo. De naturaleza extrovertida, el Conector es una persona social, amigable y con quien es fácil relacionarse.
Su desafío consiste en enfrentarse a la tentación de manipular las conexiones que tan bien se le dan en beneficio propio.
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