Palabras mágicas de tu agencia de publicidad y marketing
Hay palabras que hacen sobresalir a unas marcas por encima de otras. Y aunque no trabajes en una agencia de publicidad y marketing te vendrán varios eslóganes a la cabeza. No es lo mismo decir Be water, my friend; Porque yo lo valgo; Impossible is nothing o Cuate, aquí hay tomate… Y es que no hay nada como un buen eslogan para fijar el posicionamiento de tu marca, mejorar el recuerdo de tus productos o servicios en el mercado y diferenciarlos de la competencia.
Pero, entonces ¿dónde está el truco? ¿por qué algunas palabras parecen grabadas a fuego en nuestra cabeza? En este post te desvelamos toda la magia que ciertas palabras pueden hacer por tu marca.
Una marca no solo es lo que muestra, también lo que dice, porque los consumidores reaccionamos en función de lo que escuchamos y leemos. Como bien saben políticos, escritores y periodistas, las palabras tienen el poder de seducir, inducir, persuadir, excitar y motivar. Por esta razón las marcas crean eslóganes.
Así que antes de nada, vamos a aclarar algo. Un buen eslogan es el resultado de un buen trabajo previo de posicionamiento de marca. Y aquí te diríamos que apliques aquello de No es lo que tengo, es lo que soy. Porque todas las marcas pueden enamorar, incluida la tuya.
Abracadabra, conviértete en una lovemark
El amor todo lo puede. Puede con una subida de precio, con una crisis de reputación o incluso con una avería en un producto recién estrenado. Nada de eso importa si hay amor. Por eso, conseguir un posicionamiento de marca que levante pasiones irracionales entre los consumidores es una de las grandes aspiraciones de los equipos de marketing y su agencia de publicidad y marketing.
No se trata de inventar nada, sino de encontrar eso especial que tiene tu marca, que siempre ha estado ahí, pero que aún no ha salido a la luz. Y ahora te preguntarás ¿pero entonces sí que hay truco? Pero resulta que los buenos magos, nunca desvelan sus secretos… Lo que sí podemos hacer en Arrontes y Barrera es ayudarte a encontrar tu magia.
Enamorar a tus consumidores y a los que no lo son requiere un gran trabajo donde intervienen todos: cliente, marca, producto o servicio y por supuesto, agencia de publicidad y marketing. Al fin y al cabo, el posicionamiento de marca y el eslogan son el resumen de todo lo que tu marca representa.
El fin último es conseguir que las personas que aman tu marca expresen ese amor, por ejemplo tatuándose el logotipo de Harley Davidson, subiendo fotografías a Instagram bebiendo un café de Starbucks o luciendo una pegatina de la manzanita de Mac en la parte de atrás del coche. El sumun del branding es que el consumidor se sienta orgulloso de una marca, comparta su filosofía, se identifique con ella y, que además, lo muestre. Love is in the air.
Crea un eslogan claro, directo y fácil de entender
Un buen eslogan de marca es el que nos viene a la cabeza cuando escuchamos el nombre de una marca o la vemos en un punto de venta. Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás…
Conseguir que una frase trascienda así es extremadamente difícil si tenemos en cuenta que debe concentrar un concepto creativo emocional y una promesa de venta en tan solo unas palabras. Y además, captar la atención, diferenciarse de los competidores, ser creativo y si es posible sorprendente, para ser más fácil de recordar. En definitiva, capaz de despertar sentimientos y motivar a la acción.
Por eso, un eslogan de marca debe:
- Ser pegadizo y fácil de recordar.
- Ser breve y conciso.
- Incluir la promesa o beneficio de venta.
- Diferenciar a la marca de la competencia.
- Apelar a sentimientos positivos.
- Ser lo más atemporal posible para que perdure en el tiempo.
Para Arrontes y Barrera, un eslogan de marca es necesario porque ayuda a transmitir el porqué de una marca y contribuye a mejorar su recuerdo. Ahora bien, esto no quiere decir que sea imprescindible usarlo en todas las comunicaciones publicitarias, solo en las que sea pertinente y pudiendo combinarlo o no con otros claims de campaña.
Utiliza palabras mágicas en tus comunicaciones
Aparte del eslogan, que ya sabemos que es de gran ayuda para cualquier marca que se precie, hay ciertas palabras muy utilizadas por cualquier agencia de publicidad y marketing que, si bien no son mágicas, sí han demostrado un poder enorme para abrir las percepciones de los consumidores y generar mayor impacto en las comunicaciones de la marca. Estas palabras por más que se usen, siguen dando buenos resultados.
Nuevo
¿Cuántas veces has dicho quiero un coche nuevo, ropa nueva, o el iPhone nuevo? Seguro que muchas. Todo “lo nuevo” te gusta y lo sabes. ¿La razón? Con solo oír la palabra “nuevo” se activa el centro de recompensa de tu cerebro (sí, sí, igual que el juego y la adicción a las drogas), según han descubierto los neurocientíficos del Wellcome Trust. Por eso cuando vas al supermercado y al lado de tus yogures de siempre, hay otros “nuevos” que además tienen un packaging atractivo y llevan impreso “nuevo sabor”, lo más probable es ¡que quieras probarlos!
La búsqueda de experiencias nuevas es una conducta típica en los seres humanos. La evolución nos ha hecho curiosos y aventureros. Por eso los consumidores siempre están dispuestos a darle una oportunidad a un producto “nuevo”. Así que ya sabes, si tienes algo “nuevo” o que lo parezca, no dejes de decirlo. Lo más seguro es que alguien lo quiera.
Gratis
¿Seguro que has añadido algo más a tu carrito en Amazon para que el envío te salga gratis? La palabra gratis es lo que tiene. Nos vuelve completamente emocionales y hace que nos olvidemos de los posibles frenos a la hora de adquirir un producto, llegando a tomar decisiones que no hubiésemos tomado antes. Además, poder conseguir algo “gratis” hace que nos sintamos bien, más inteligentes y poderosos.
Dan Ariely en su libro Predictably Irrational demostró que la mayoría de las personas siente una predilección irracional por la palabra gratis. Primero ofreció un bombón de baja calidad a 1 céntimo de dólar y una trufa Lindt a 15 céntimos (la mitad de su precio real) El 73 % de la gente compró la trufa Lindt por 15 céntimos ¡porque era una ganga! Sin embargo, en un segundo experimento el bombón de baja calidad era gratis. ¿Qué pasó entonces? Que el 69 % lo eligió. Increíble ¿no?
Si tienes algo que dar, te recomendamos leer Gratis, de Chris Anderson porque el futuro está en un modelo de negocio nuevo: el negocio de lo gratuito. Para ejemplo Google, Facebook o la Wikipedia.
Tú, (tu nombre)
Cuanto antes empieces a llamar a alguien por su nombre, mejor le caerás y más credibilidad dará a tus palabras. El motivo es que al escuchar o leer nuestro propio nombre se activa una zona del cerebro que se asocia con el placer y la atención, según demostró un estudio con resonancia magnética de la Universidad de New Jersey.
Tanto nos gusta oír nuestro nombre, que incluso es más fácil que compremos algo si nuestras iniciales coinciden con una marca. Y más aún ¡somos más propensos a casarnos con personas cuyo nombre se parezca al nuestro!
Así que ya sabes, personaliza y llama a cada uno por su nombre. Será el halago más sutil que tu agencia de publicidad y marketing pueda hacerle a tu interlocutor.
Libre
¿Has intentado hacer cambiar de opinión a alguien cabezota? Entonces sabrás que es muy difícil (por no decir imposible). Sin embargo, hay truco.
Con solo añadir un “pero eres libre“ al final de tu punto de vista o petición tendrás el doble de posibilidades de convencerle. Tal cual lo lees: EL DOBLE. ¿La razón? Esta frase y todas las del tipo “tú decides”, “haz lo que sea mejor para ti” o “no estás obligado” harán sentir a tu interlocutor que es él quien tiene la última palabra.
Por el contrario si solo le das argumentos, por muy racionales que sean, creerá que intentas imponerle tu opinión, por lo que se obstinará aún más en la suya, y no llegaréis a ningún puerto.
Lo ha comprobado el mayor estudio sobre persuasión e influencia realizado hasta la fecha, publicado en la revista Communication Studies y en el que participaron más de 22.000 personas. Ahora también lo puedes comprobar tú. Añade un “pero eres libre de decidir” a tus peticiones y tendrás más posibilidades de que los demás las acepten.
Un porqué
Al oír un “porqué” la mayoría de las personas aceptan lo que se les pide más fácilmente. Esto es así porque necesitamos tener motivos para justificar nuestras decisiones. Por ejemplo: Es más probable que alguien te dé su número de teléfono si dices “Quiero pedirte el teléfono porque me gustaría continuar esta conversación en otro momento” que si dices un simple “¿Me das tu teléfono?”
La psicóloga Ellen Langer realizó un experimento en el que demostró lo fácil que era colarse en la cola de una fotocopiadora.
- Primero dijo: “Disculpen, tengo 5 folios ¿Puedo usar la fotocopiadora?” La dejaron pasar el 60 % de las personas.
- Una segunda vez dijo: “Disculpen, tengo 5 folios ¿Puedo usar la fotocopiadora porque tengo prisa?” Y le dejaron pasar el 94 %.
- La tercera vez, dijo: “Disculpen, tengo 5 folios ¿Puedo usar la fotocopiadora porque tengo que hacer copias?” Sorprendentemente, a pesar de que el motivo era ridículo, también le dejaron pasar el 93 %.
Así que te animamos a que incluyas un porqué en tus argumentos. Multiplicarás las probabilidades de que los demás hagan lo que tú quieres.
Y con todos estos motivos esperamos haberte ayudado a comunicarte mejor con tu público, pero si lo que quieres es verdadera magia, de la que enamora a tus consumidores, ponte en contacto con Arrontes y Barrera, tu agencia de publicidad y marketing en Asturias, porque como dice nuestro eslogan: podemos ayudarte a encontrar tu magia.