¿Cómo usar el Design Thinking en innovación estratégica?
Hoy en las empresas se habla mucho de innovación. Es más, ahora a todos se nos exige ser más innovadores, más creativos, más disruptivos, más imaginativos. En algunas empresas incluso han señalado a alguien con el dedo y le han dicho: “Ahora tú eres el encargado de innovar en la empresa”. Por supuesto, en la mayoría de los casos la primera reacción es preguntarse: ¿y esto cómo se hace? Pues bien, si sigues leyendo te descubriremos algunas claves prácticas para responder esta pregunta mediante el uso de Design Thinking.La innovación es un aspecto muy complejo. Significa crear algo nuevo: productos, servicios, experiencias, procesos, etc. Pero para aportar valor, la innovación precisa ser gestionada adecuadamente. En nuestro post anterior sobre Design Thinking te descubrimos el poder que esta metodología tiene para crear una cultura de innovación en el entorno laboral. Ahora te explicamos qué es la Innovación Estratégica y cómo la podemos gestionar a través del uso de Design Thinking.
Innovación estratégica
La Innovación Estratégica es considerada el proceso empresarial que busca adaptarse a los cambios del mercado para ser competitivo y eficiente. Es por lo tanto una manera de gestionar la empresa desde un punto de vista estratégico. ¿Qué significa eso? Que la innovación ya no es tener un departamento de I+D, sino que afecta a toda la empresa y debe ser gestionada transversalmente, involucrando a todos los departamentos, funciones y áreas de la compañía.
La mayoría de las organizaciones se enfrentan a dos problemas en materia de innovación estratégica:
1. Falta de ideas de calidad
Aunque parezca sorprendente, tener una buena idea no es nada fácil e implementarla para desarrollar nuevos productos y servicios mucho menos. Es decir, el pipeline de innovación de muchas empresas es muy flojo, lo que impide tener un plan de acción claro para el futuro.
Como ya hemos visto en el blog, la identificación de insights es clave para generar ideas en una empresa, y el uso de Design Thinking es una herramienta estratégica clave para ayudar a resolver este problema.
2. La masiva cantidad de información que manejan
¿Cómo destilarla? ¿Cómo identificar la que es válida? ¿Cuál es su valor y cómo puede utilizarse en el día a día de las empresas? ¿Qué hacer con la sobreinformación?
Todo el mundo habla de big data pero pocos pueden sacarle partido. Sin embargo, el Design Thinking ayuda a convertir los datos y la información en insights y estos en ideas viables. Es decir, ayuda a explicar el porqué de las cosas e identificar las puntas de lanza para una idea innovadora.
3. Ofrece nuevas experiencias
Otro aspecto que las empresas deben considerar en temas de innovación es que las personas ya no están 100% interesadas en el producto en sí, sino que les interesa el servicio y/o la experiencia en torno al producto. Estamos evolucionando, ya no somos una sociedad de consumo de productos, sino una sociedad de consumo de experiencias. Esto hace que la innovación estratégica confíe en el Design Thinking para anticiparse a los comportamientos y toma de decisiones de los clientes cuando barajan la posibilidad de adquirir un producto o servicio.
Piensa por un momento en Apple (sentimos poner este ejemplo tan manido), ¿cuántas veces has sentido que te ha leído el pensamiento cuándo has visto que han añadido una nueva función? O simplemente has visto un nuevo aparatejo de Apple y has pensado: “¡Wowww, vaya pasada!”. Apple destaca por adelantarse a las necesidades de las personas y crear experiencias únicas en todos los aspectos de la interacción con la marca, pero en cuanto al tema de hoy, lo importante es que en Apple la innovación estratégica no es cosa de un departamento, es algo que fluye por toda la empresa, el life motive de la empresa no son los productos que comercializan sino la INNOVACIÓN, el pensar diferente. Es por eso que tantas veces han dado un giro a su propia industria, diferenciándose de sus competidores porque han seguido un camino más arriesgado y más fundamentado en lo que va a venir en el futuro, no en una mejora del presente.
Los procesos y las herramientas de Design Thinking, que veremos en el próximo post, ayudan a las empresas a sobrepasar las expectativas de sus clientes, identificar las tendencias futuras del mercado relevantes para su industria y a conectar con sus clientes para descubrir oportunidades de innovación.
Después de haber leído todo esto, ¿no crees que es hora de empezar a implementar una cultura de innovación estratégica a través del Design Thinking en tu empresa?