¿Posicionamiento SEO o SEM? Ni sí, ni no, ni blanco ni negro
Uno de los memes más compartidos en el mundo del marketing digital dice que el mejor sitio para esconder un cadáver es la segunda página de resultados de Google. Y no le falta razón ya que los tres primeros resultados que devuelve este buscador concentran el 62% de los clics mientras el resto tienden a ser ignorados por los usuarios.
Por este motivo, aparecer en las primeras posiciones de este ranking es el sueño dorado de toda marca. Pero ¿cuál es la mejor estrategia para conseguirlo: el posicionamiento SEO o SEM? Hoy te lo contamos para que sepas qué debes tener en cuenta para recurrir a una u otra estrategia.
Hagamos un repaso: SEO vs SEM
Quizás no necesites que te refresquemos la memoria pero nunca está de más recordar de manera rápida qué es el famoso SEO y en qué consiste el llamado SEM.
El posicionamiento SEO (Search Engine Optimization) hace referencia al conjunto de técnicas y acciones (on page y off page) que están orientadas a mejorar la visibilidad de un sitio web en los motores de búsqueda de manera orgánica, es decir, sin pagar por ello. O lo que es lo mismo, es la manera de hacer que tu página aparezca en las primeras posiciones de forma natural, dependiendo exclusivamente de los resultados que hayan indexado los buscadores.
Google, el buscador más utilizado, analiza más de 200 variables para determinar qué resultados se adecúan más a la búsqueda efectuada por un usuario y en qué orden deben ser mostrados. De ahí que poner en práctica una estrategia SEO resulte de vital importancia para las marcas que quieren escalar posiciones en los buscadores y ser más visibles para el público.
Por otro lado, el posicionamiento SEM (Search Engine Marketing) incluye todas esas acciones publicitarias de pago que pueden contratarse en los buscadores y con las que se consigue una posición privilegiada sobre los resultados orgánicos, maximizando la visibilidad del sitio web.
Aunque Google Ads sigue siendo la primera opción en la que piensan la mayoría de los usuarios, Google ofrece un gran abanico de posibilidades publicitarias que, combinadas con acierto, permiten conseguir sorprendentes resultados con inversiones no demasiado elevadas. Google Shopping, Google DSA, Anuncios en la Red Display, Acciones de Remarketing… son algunas de esas opciones.
Aquí tienes un ejemplo de los dos tipos de posicionamiento en una búsqueda que realizamos al azar:
SEO y SEM, la pareja ideal
Ante la duda que surge en algunos equipos de marketing sobre si deben optar por una estrategia de posicionamiento SEO o SEM para su marca, lo primero que debes saber es que ninguna opción es mejor que la otra. Es decir, ni el SEO es mejor que el SEM ni el SEM mejor que el SEO, básicamente porque no estamos hablando de estrategias excluyentes.
De hecho, posicionamiento SEO y SEM forman una pareja muy bien avenida en la que uno se beneficia de las bondades que aporta el otro. Siempre que se combinan acciones de ambas, se producen sinergias positivas que contribuyen notablemente a mejorar el posicionamiento, generar más tráfico web e incrementar las conversiones.
¿De verdad no hay una estrategia más adecuada?
Ya se trate de una cuestión de presupuesto o simplemente porque quieres probar, si tienes que decidir entre realizar un trabajo de SEO o contratar una campaña de SEM, es importante que no pierdas de vista el aspecto que más influye en esta decisión: el tiempo de consecución de tus objetivos.
A la hora de optar por uno de estas dos opciones de posicionamiento es fundamental saber si los objetivos de posicionamiento a conseguir están fijados a corto, medio o largo plazo.
SEO, puchero a fuego lento
En un símil gastronómico, el SEO sería como un guiso que se cocina a fuego lento: requiere elegir con cuidado los ingredientes, combinarlos con mimo y removerlos con constancia cada cierto tiempo. Al final, el resultado será exquisito y nutritivo para el posicionamiento de un sitio web aunque para saborearlo hayas necesitado más tiempo y las consecuencias de esa alimentación se dejen ver en el tiempo.
Pero ¿de cuánto tiempo estamos hablando realmente? Resulta difícil determinar el periodo que tardará una estrategia SEO en dar sus frutos ya que entran muchas variables en juego, pero en cualquier caso estamos hablando de resultados a medio-largo plazo. Cuantas más técnicas se pongan en práctica y con más frecuencia se revisen, mejor será el ascenso en el ranking de buscadores, pero siempre estamos hablando de meses.
SEM, el atracón de la comida rápida
Siguiendo con la misma comparativa culinaria, podemos decir que una estrategia de posicionamiento SEM es como la comida rápida: una vez hayas elegido el plato que más te gusta de la carta de acciones publicitarias disponibles, lo tendrás listo para tomar de manera casi inmediata, saciando tu hambre de posicionamiento en el momento.
Por eso, si persigues resultados inmediatos en la escala de los buscadores, lo mejor es apostar por acciones SEM. Por eso resulten más adecuadas para lanzar promociones con temporalidad determinada o para impulsar la venta de un producto estacional. Eso sí, al igual que ocurre con la comida rápida, que sacia mucho pero alimenta poco, en cuanto dejes de contratar estos formatos publicitarios, el posicionamiento puede verse afectado negativamente, salvo que esté apoyado en técnicas SEO.
En resumen, el trabajo SEO nunca debe abandonarse ante la posibilidad de contratar una campaña SEM. Al revés, sus fuerzas unidas serán determinantes para optimizar la presencia de un sitio web en los buscadores. Lo importante es no perder nunca de vista la temporalidad de los objetivos, que será lo que determine la necesidad de recurrir a acciones de pago SEM para conseguir resultados más inmediatos y complementarios al trabajo SEO.
Si quieres que te ayudemos a sentar las bases de tu estrategia digital para optimizar la visibilidad de tu sitio web en los motores de búsqueda, en Arrontes y Barrera estaremos encantados de estudiar tu caso para ver cuál es la estrategia que más te conviene, si un trabajo de posicionamiento SEO o SEM.
