Cómo crear una newsletter creativa que no termine en spam
¿Cuántas newsletters has recibido hoy? ¿Y cuántas has eliminado sin tomarte la molestia de leerlas? Crear una newsletter creativa es fundamental para captar oportunidades de venta o leads. Aquí encontrarás las claves para que tu newsletter mejore la imagen de tu marca, despierte la curiosidad de tus receptores y no termine en la papelera como spam.
¿Por qué una newsletter?
Una newsletter es un e-mail que, de manera periódica, una marca envía a una lista de suscriptores para hacerles llegar distintos tipos de contenidos: posts de su blog, ofertas comerciales, lanzamiento de productos o servicios… Es el formato más efectivo para mantener el contacto con clientes actuales o potenciales, y establecer con ellos una comunicación fluida, directa y personalizada.
Recuerda que ha sido el propio usuario el que ha accedido a recibir novedades de tu marca en su dirección de e-mail a través de un opt-in (aceptación de recibir notificaciones vía e-mail), así que debes procurar no defraudarlo con comunicaciones aburridas y carentes de creatividad.
¿Cómo medimos la efectividad de una newsletter?
Una newsletter es efectiva si cumple su objetivo, sea este difundir (contenidos), convertir (oportunidades de venta o leads) o fidelizar (engagement o compromiso).
A la hora de medir la eficacia de una newsletter se utilizan dos métricas principales: la tasa de apertura y la tasa de clics.
- La tasa de apertura mide el porcentaje de emails que han sido abiertos con respecto al número total de e-mails enviados. Aquí, el remitente, la línea del asunto, el receptor y la frecuencia y horario del envío son fundamentales.
- La tasa de clics mide el porcentaje total de usuarios que, además de abrir la newsletter, han hecho clic en la CTA o en los enlaces adjuntos. En este sentido, el contenido y el diseño resultan determinantes.
Claves de una newsletter creativa
1.- Remitente y línea del asunto
Si el primer objetivo es que los receptores abran tu e-mail, cuidar con mimo cómo aparece el remitente y cuál es la línea del asunto son aspectos totalmente determinantes.
El remitente:
Seguro que a ti también te ha pasado: cuando recibimos una llamada de un número que no tenemos guardado en la agenda, nuestra primera reacción tiende a la desconfianza. Con los correos electrónicos ocurre lo mismo. Por eso, sea cual sea la fórmula elegida, este debe estar orientada a generar confianza para que el e-mail sea abierto sin recelo.
– Nombre y apellidos en el correo remitente
Utilizar el nombre y apellido del remitente en la dirección desde la que se envía la newsletter es una buena idea cuando existe una relación directa entre esa persona y el receptor, que va a reconocer el nombre en cuanto reciba el correo electrónico. Sin embargo, si el receptor no conoce al remitente, su nombre no va a decirle nada y probablemente la newsletter vaya de cabeza a la papelera.
– Nombre y apellidos + marca en el correo remitente
Una opción muy adecuada es incluir, además del nombre y apellidos del remitente, la marca para la que trabaja. Es una tendencia muy utilizada en la actualidad ya que ofrece mayor cercanía al ser enviada por una persona real que pertenece a una marca que la respalda y que también aparece en la dirección del e-mail remitente.
– Marca en el correo remitente
Es una opción muy común que no siempre resulta ventajosa al ser la menos personalizada. Salvo que los receptores estén muy interesados en los productos y servicios de tu marca y esperen la llegada de ese mail periódico, en muchos casos, dejarán de prestarles atención en cuanto lo reciban, salvo que el asunto despierte su curiosidad…
La línea del asunto:
Esta es la variable que mayor capacidad de influencia tiene en la tasa de apertura. Como regla básica, tu marca debe utilizar una línea de asunto diferente para cada e-mail, ya que si se recurre siempre al mismo asunto, la atención del receptor se perderá más pronto que tarde.
La línea del asunto debe ser breve (máximo 50 caracteres), directa y con gancho. Sí, sabemos que es más complejo de lo que parece pero basta con que hagas una prueba en tu propia bandeja de correo y analices qué e-mails te han llamado la atención. La presencia de emojis, de un tono más informal, de un poco de color y de un par de palabras claves relacionadas con el tema pueden marcar la diferencia. Aquí te dejamos unos ejemplos:
2.- Lista de suscriptores
Otro de los factores que repercuten directamente en el ratio de apertura de tus newsletters es tener una lista de suscriptores actualizada y segmentada. No está de más realizar una “limpieza” cada cierto tiempo, eliminando aquellos usuarios que no interactúan con tus correos electrónicos (no abren o no clican). Eso sí, si vas a eliminar suscriptores, envíales antes un e-mail para explicarles lo que estás haciendo y concediéndoles la oportunidad de reafirmar su interés.
No olvides que para que una newsletter sea efectiva debe llegar a las personas adecuadas y esto solo es posible si tu lista de suscriptores está actualizada, sin usuarios que hayan cambiado de dirección de e-mail o que hayan dejado de estar interesados en tu marca por los motivos que sea.
3.- Formato y diseño
La primera pregunta que debes plantearte es: ¿texto plano o HTML? Las newsletters en HTML resultan más atractivas porque incluyen imágenes, botones, CTA’s… pero tienden a ser desviadas a la carpeta de spam por aspectos de codificación informática.
Por otro lado, los correos con texto plano pesan menos y esquivan mejor los filtros antispam aunque sus posibilidades creativas son menores, más allá de incluir negritas, bullets o hipervínculos.
Según Hubspot, los usuarios prefieren los e-mails que tienen el formato enriquecido con HTML y en los que la presencia de imágenes es mayor que la de texto. Aquí tienes una de nuestras newsletters:
4.- Contenido
Aquí llegamos a otra de las cuestiones claves: el usuario que se ha suscrito a tu newsletter espera recibir un tipo de contenido concreto, aquel que le has prometido o aquel que ha motivado su suscripción. No le hagas llegar otro contenido distinto que no le interese o tus correos acabarán eliminados sin ser leídos.
Post de blogs, ofertas con descuentos especiales, sorteos… son algunos de los contenidos más comunes en las newsletters. Hay algunos que suelen ser garantía de éxito como la recopilación de las publicaciones que más visitas han recibido en un blog. No olvides que a los usuarios, gente muy ocupada, prefieren que les den las cosas muy masticadas, de ahí que enviarles un correo diciéndoles “esto es lo que más se ha leído esta semana”, suele conseguir muy buenos resultados tanto para mejorar la tasa de apertura como la de clics.
Es importante que estructures bien tu contenido, adelantando de manera atractiva lo que vas a ofrecer si pinchan en una CTA o en un link. Y no te olvides de aprovechar el cierre para despedirte e incluir toda la información corporativa de la marca como dirección, teléfono, e-mail y botones a las redes sociales.
5.- Frecuencia y horario del envío
Toda newsletter debe ser constante y cumplir su envío con puntualidad británica. Es bueno acostumbrar a los seguidores a una periodicidad fija que permita crear rutinas a las que se acostumbren. Pero deben ser rutinas bien elegidas ya que la frecuencia con la que envíes tus newsletter influirá en sus resultados.
No tiene sentido enviar una newsletter diaria si no tienes nada interesante que compartir, además de que un volumen tan alto de comunicaciones puede volverse en tu contra.
Como señalamos antes, un e-mail de éxito es aquel que resume los contenidos publicados por una marca a lo largo de una semana, enviando una sola newsletter semanal, eligiendo un día y una hora concreto para hacerlo. Es una opción muy recurrente con buenos resultados.
Aunque también hay negocios que prefieren no saturar a sus suscriptores y solo envían una newsletter mensual, normalmente también con un resumen de los contenidos generados por la marca en ese periodo. En cualquier caso, la idea es encontrar un ritmo de envío que puedas mantener de manera continuada para no volver loco a los suscriptores con alteraciones de días y horarios.
En cuanto al mejor momento, basta aplicar el sentido común: no es aconsejable enviar una newsletter a las 3 de la madrugada. Procura hacerlo en días laborales y a primera hora de la jornada para que no se ahogue entre el mar de e-mails que todo el mundo recibe según avanza el día.
En Arrontes y Barrera podemos ayudarte a crear, diseñar y automatizar del envío de tu newsletter creativa. Que estés leyendo este contenido es una señal de que no lo estamos haciendo tan mal, ¿verdad? 🙂